24 diciembre 2011

Sueño Inusual. Capítulo 4: El señor Tellman ha vuelto.

Ya han pasado 3 meses desde que me recuperé de la caída, todo va normalmente, Anette sigue progresando con el embarazo, ya se le nota la barriga, pero intento no mencionarla, últimamente está muy susceptible a cualquier tipo de comentario acerca de su peso.

Caminaba por el bosque en busca de unas setas que en esta estación empezaban a salir, esas setas se encontraban en la parte baja de los árboles del oeste de la isla, debajo de una especie de sauces llorones, pero un tanto extraños pues de sus ramas no cuelgan lianas con hojas, sino espinas, como si fuera una zarza. Ese árbol da unos frutos que se utilizan para tratar las inflamaciones, lo difícil es conseguirlos, pues están en la copa y como ya podía imaginar es muy difícil subir sin pincharte. Yendo de camino hacia el oeste de la isla pude ver un helicóptero pasar por encima de la isla, era la primera vez desde hacía mucho tiempo que no veía uno y desde luego no iba a dejar que se fuera sin pedir ayuda para salir de la isla, así que encendí un fuego en un claro del bosque e hice señales de humo, las aprendí de pequeño cuando me iba de acampada con los amigos. Al parecer el helicóptero vio las señales y se dirigió a aterrizar en la parte sur de la isla, allí hay una zona perfecta para aterrizar. Corrí hacia esa parte con la esperanza de encontrar al helicóptero y eso fue lo que encontré, pero antes de poder llegar a verlo por completo escuché una voz que me era familiar, era la voz del señor Tellman, era el hombre de traje que venia a verme de vez en cuando mientras estaba en el laboratorio con Anette y su madre. Un movimiento instintivo me hizo esconderme rápidamente, me escondí detrás de unos arbustos que había entre la vegetación de la isla. Una vez allí puede escuchar lo que hablaban con más tranquilidad, pero sin estar en absoluto del todo tranquilo.

- Señor Tellman ya hemos llegado, según las coordenadas, el humo provenía de esta isla.
- ¿Estás seguro? Está un poco lejos de donde derribamos el helicóptero, además esta isla está desierta, nunca ha vivido nadie aquí, es propiedad de un magnate que murió hace tiempo y ninguno de sus herederos quiso hacerse cargo de la isla por su difícil acceso y su carísima manutención.
- Estoy seguro señor, deberíamos echar un vistazo, quizás podemos ver a alguien por aquí.
- No, mandaré una expedición más tarde, ahora tenemos prisa, debemos estar en Hopebeach pronto, nos esperan los acreedores, y no es conveniente hacerles esperar mucho.

Pude ver como se marchaban en el helicóptero, y tras verlos alejarse por el horizonte me fui a casa a contárselo a Anette cuanto antes mejor, debíamos hacer algo, si esa expedición descubriera que vive gente en esta isla o que aún sigo vivo, podría traernos demasiados problemas. Al llegar a casa puede ver como la puerta estaba abierta, así que empecé a preocuparme, pues la salud de Anette también había disminuido, no estaba demasiado bien últimamente.

- Anette! Anette! ¿Dónde estás? Anette!
- Kirios! ¿Qué te pasa, porque gritas tanto?
- Es el hombre que mató a tu madre, el tal señor Tellman, lo he visto, ha aterrizado en la isla y va a mandar una expedición para comprobar que no hay vida aquí.
- Kirios, eso es horrible, debemos hacer algo.
- Anette, ¿no conoces de ningún lugar de la isla en el que poder esconder a todos los supervivientes de la isla?
- Puede que en las montañas, hay unas cuevas un poco profundas en la que podemos escondernos, pero es peligroso, están bastante alto y lejos, si vamos a ir allí deberíamos irnos ya.
- No se hable más, tu ve con Potum y Priscia y pide que te acerquen a las montañas, espérame a la salida del camino del bosque y si no regreso a tiempo huye con los demás a las cuevas, yo volveré cuando haya avisado a todo el mundo.

En ese momento le di un beso a Anette y me fui corriendo a avisar a Tiara y Domus, tras avisarles dónde y cómo llegar al lugar donde hemos quedado Anette y yo, me dirigí a la parte este de la isla, allí vivían unas 12 personas más, estaban un poco lejos, pero supuse que me daría tiempo a llegar. Una vez de camino, casi al llegar al poblado, escuché de nuevo el motor de los helicópteros, esa era la señal, estaban cerca y debía darme prisa, alerté del peligro e indiqué a todos los demás donde esconderse, tras eso fui el último al punto de encuentro. Pasamos lista, pero faltaba Nera, una niña de unos 15 años que al parecer se había distraído y se había perdido por el camino así que regresé a por ella, dejando a los demás que se adelantarán.
Estuve llamándola durante bastante tiempo, sin éxito hasta que pude ver como unos soldados se aproximaban por lo lejos, me escondí y huí hacia el este, donde vivía la niña, probablemente hubiera regresado a su casa, efectivamente, allí estaba, la cogí brazos y la llevé de camino a las cuevas. Pudimos llegar sanos y salvos al punto de encuentro sin que nadie nos viera, como ya se habían marchado empecé a subir poco a poco con Nera por una especie de camino que se dirigía hacia la parte alta de una de las montañas.
Continuará...

Hola! Hola! Perdonen por la tardanza y felices pascuas! Espero no haberles hecho demasiado esperar, como ya habréis comprobado la historia tendrá que durar un capítulo más, pues se el final de la historia, pero no como llegar a él! XD Nos vemos en el próximo capítulo y recuerden: Gracias por leer! ^^

05 diciembre 2011

Sueño Inusual. Capítulo 3: Padre.

- Huren, ¿no ves esto demasiado precipitado? Utilizar a tu propio hijo para encontrar la cura para el Clomius...
- Déjalo Elo, he tomado una decisión y nadie me hará cambiar de opinión. Es la única salida que me queda.
- Sí, pero...
- ¡Elo! ¡Basta! Ya te he dicho que si no quieres seguir con esto que te retires, no tomaré represalias contra ti ni te despediré. Tan sólo permíteme llevar a cabo la única salida para que mi hijo pueda vivir.

Informe:
Nombre: Kirios.
Datos: Sufre trastornos en la construcción molecular debido a una incompatibilidad con el cuerpo de la madre.
Solución: Dado el avanzado estado de gestación de la madre (infectada) hace falta someter el feto a radiactividad para detener la trasformación de su ADN.
Posibles efectos adversos: Posible muerte del feto. Posible desconfiguración completa del ADN.

- Elo, trae a la paciente, debemos comenzar cuanto antes.
- Huren, la paciente ya está metida en la cámara de radiactividad.
- Ejecuta el tratamiento en nivel 1. ¿Cambios en el feto?
- ¡Aún no!
- Aumenta al nivel 2.
- Sigue sin dar efecto.
- Entonces prueba con el nivel 3.
- Huren eso podría matar al feto...
- Elo, pon en marcha el nivel 3, ¡ahora!
- Sí... Huren...

De pronto se hizo un vacío en el laboratorio, todo se quedó congelado, como si se hubiese detenido el tiempo, la cámara parecía haber entrado en una fase de congelación automática, tanto yo como mi ayudante nos quedamos completamente paralizados. El nivel 3 de ejecución del tratamiento empezaba a dar sus frutos, el feto empezaba a notar mejoría con respecto al estado de su ADN, volvía a tener la misma estructura que los humanos. Todo marchaba bien hasta que ocurrió algo inesperado. Debido a los altos niveles de radiación, el feto empezaba a mostrar unos signos de desconfiguración en parte del ADN, intenté por todos los medios detener el tratamiento, mas todo esfuerzo era en vano, así que tomé una decisión.
Puse a Elo a salvo y pedí que se encargara de mi hijo cuando yo ya no estuviera. Cerré la cámara dejando a Elo fuera, entré en la parte de la cámara donde se hallaba mi mujer y el hijo que llevaba en su interior y pese a la radiación logré sacarlos de ahí. Los puse a salvo en una cámara de refrigeración, donde permanecerian congelados. Tras eso me despedí de ellos.

- Kirios, perdóname por lo que te he hecho pasar y quiero que sepas que hagas lo que hagas, siempre estaré orgulloso de ti.

Después de haberme despedido, dejé sobre la mesa de mi estudio mi última voluntad en la que dejaba todo a mi hijo Kirios, por alguna razón sabía que sobreviviría, tras eso, me dirigí a la cámara donde curamos a mi hijo, me senté en la mesa, abrí la puerta de la cámara dónde estaba Elo y me desplomé sobre la mesa, cayendo al suelo. Lo último que vi fue como unos hombres con traje negro entraban en la cámara, sujetaban a Elo, que gritaba sin que nadie pudiera escucharlo, ni si quiera yo, y se llevaron a mi mujer junto con el hijo que llevaba en su vientre. Entonces pude recordar en ese instante que lo último que le dije a mi mujer antes de que fuera infectada; tan sólo fui capaz de enfadarme con ella por el simple hecho de ponerle el nombre de Kirios a nuestro hijo, ella sabía que no quería que llevase el nombre de mi abuelo, mas aún así ella estaba empeñada en ponérselo, esa noche me marché de casa enfadado y tras haberle gritado a mi mujer sentí como un sentimiento me destrozó por dentro. Al volver a casa me la encontré tirada en el suelo... Había sido infectada por un Clomátodo mientras yo no estaba. Nunca podré olvidar que de haber estado allí, algo podría haber hecho por ella y por nuestro hijo.
Continuará...

Espero que os guste este capítulo. Dentro de poco daré final a esta historia, quizás haga 3, 2 o puede que 1 capítulo más. Ante todo quiero que sepáis queridos lectores, que el final está decidido. Sigan leyendo y si les parece entretenida la historia, por favor, la comenten a más gente, cuanta más gente la vea, mejor para todos. Las cosas han de compartirse, al igual que yo comparto con ustedes mi historia, gracias por leer y... Nos vemos en el próximo capítulo, quizás sea el último, quién sabe. XD