Todo estaba preparado, todos estábamos dispuestos a darlo todo por huir de aquella isla, aunque no se estaba mal en ella no era el mundo en el que queríamos que vivieran nuestros hijos, había muchos peligros, no teníamos escuela en la que enseñarles a leer y escribir y además todos teníamos familia fuera de la isla salvo yo.
Llegó la hora, los soldados estaban comiendo y yo debía coger una bengala y lanzarla hacia donde estaban ellos y correr hacia los acantilados que había en la zona norte de la isla. Todos los soldados me siguieron, como habíamos planeado, ninguno se preocupó de vigilar el helicóptero, al parecer tan solo querían atraparme a mí. Por suerte Potum era un ex militar de las fuerzas aéreas y sabía pilotar el helicóptero, él y Domus despegaron y se dirigieron a las montañas dónde les esperaban los demás que subirían a bordo de la aeronave con ayuda de una escalera, por supuesto a Priscia la subieron la primera debido a su avanzada edad y a que no podía hacer esfuerzos, la subieron con ayuda de un arnés improvisado, después fueron subiendo todos los demás uno a uno, hasta la última persona, mientras tanto yo seguía corriendo hacia los acantilados, una vez recogidas todas la personas vendrían a por mi en los acantilados.
No me fue muy difícil llegar a los acantilados sin problemas, los soldados no conocían aún el bosque por completo y se perdían fácilmente, se les podía oír de varios lugares del bosque intentando encontrarse los unos a los otros. Estuve esperando unos 2 minutos cerca de los acantilados, pero entonces de la nada apareció una silueta que me resultaba familiar. ¡¡¡Era el señor Tellman!!!
- Sujeto D, o más bien debería llamarte Kirios. Hace mucho tiempo que te estoy buscando por esta maldita isla, mis soldados no han parado de buscarte desde que llegamos, sabía que estabas vivo, al ver ese humo tuve la corazonada de que la gente que viviera aquí sabría algo de ti o de tu paradero, al aterrizar me dijeron que no había rastro de vida humana en toda la isla, al parecer habían desaparecido, entonces fue cuando confirmé que deberían saber algo que me quería ocultar. Ahora vendrás conmigo, en mi laboratorio juntos podríamos encontrar la cura para...
- Déjalo Tellman Anette y yo ya la hemos descubierto, y la vamos a llevar al mundo juntos, tu no podrás detenernos pase lo que pase.
- ¿Estás seguro? ¿Qué pasaría si te matara? ¿Qué pasaría si derramara toda tu sangre? Sí, yo también se la cura, tan sólo necesitaba mantenerte con vida para que los gobiernos de todos los países interesados sigan dándome dinero para financiar la investigación, lo que ellos no sabían es que la cura fue descubierta hace mucho tiempo, pero esa mujer se tuvo que dar cuenta de lo que tramaba y para colmo su hija también estaba cerca de la respuesta así que me vi obligado a acabar con ellas, pues no respondieron a ninguno de mis intentos de persuasión.
- Te equivocas Tellman, tenemos una fuente prácticamente inagotable de ese compuesto que tiene mi sangre, tengo una hija, ella ha heredado ese compuesto de mi sangre y podrá ayudar a todas las personas afectadas. Es inútil que me amenaces con la muerte.
En ese momento llegó el helicóptero, subí rápidamente por la escalera, ya estaba por la mitad cuando noté que alguien me agarraba del tobillo, era Tellman.
- ¿Pensabas que te ibas a librar de mi tan fácilmente? No dejaré que te vayas con vida, si yo caigo tú caerás conmigo.
- Tellman, ¡suéltame! ¿Qué ganas matándome? Ya ha acabado tu juego, déjame marchar, puedes vivir tu vida aquí en la isla, nadie se atreverá a buscarte aquí.
- Me da igual, ya no me importa morir siempre y cuando te lleve conmigo.
Me agarró de la cintura mientras intentaba tirarme al vacío.Debido al balanceo que se estaba produciendo el helicóptero era incapaz de estabilizarse y empezó a dar tumbos de un lado a otro, se acercaba peligrosamente a los acantilados, cada vez estábamos más cerca, entonces noté como me agarraban de las manos, eran Domus y Neor, intentaban subirme sin éxito...
- Decidle a Anette que lo hago por ella, por mi hija y por todos vosotros.
En esos momentos tomé una decisión, la decisión de anteponer la vida de los demás sobre la mía, me solté de la escalera y me precipité al vacío junto al Señor Tellman, el cual al ver que me había soltado me soltó mientras caíamos, en ese justo momento abrí un paracaídas que llevaba enrollado bajo la chaqueta, acordamos ponerlo en el caso de que se torcieron mucho las cosas con la esperanza de que pudiera saltar al acantilado y así evitar mi captura por parte de los soldados.
El señor Tellman cayó cerca de los acantilados y tras una ola descomunal no volví a ver su cuerpo, yo en cambio planeé unos metros más hacia mar adentro por lo que logré esquivar las rocas. Más tarde pasaron a recogerme una vez más con el helicóptero y volví a subir por las escaleras. Entré dentro y todos estaban felices y llenos de alegría, me fui directo hacia Anette, la abracé y le dí un beso, Todo había acabado, nos marchábamos a casa para poder criar a nuestra hija en paz y llevar al mundo el antídoto a ese gran mal que achacaba a la humanidad desde hace varios meses, tan sólo esperábamos que nuestros familiares siguieran vivos para aquel entonces, regresábamos a casa con muchas esperanzas y con la conciencia tranquila. ¡¡¡Estábamos salvados!!!
FIN.
Y aquí acaba la historia, he de decir que no pretendía que la historia acabara de este modo, pretendía matar al personaje principal, pero un cargo de conciencia me lo impedía y en ese momento se me ocurrió la idea del paracaídas con su explicación, claro está, no puedo sacar algo así como así XD Espero que hayáis disfrutado de las historia tanto como yo escribiéndola. Un saludo cordial a todos. =)
