Volvimos a la casa y dejamos las plantas en la cocina y me
dispuse a buscar a Himari, pero parecía no estar en casa. Riyuko me dijo que
probablemente volvería más tarde así que me fui a la sala de lectura y me senté
un rato para poder pensar cómo preguntarle a Himari aquello.
Pasó el tiempo y me quedé dormido, posteriormente me
despertó Riyuko, me dijo que Himari había vuelto para dejar unas cosas y avisar
que volvería después de comer porque iba a cuidar de unas personas antes de
volver. Así que nos sentamos a la mesa y empezamos a comer, la comida era
deliciosa, una especie de sopa de verduras, el sabor era intenso, la
temperatura ideal y me invadía una profunda calidez que me relajaba. Al
terminar de comer, Riyuko recogió la mesa y yo me fui arriba a mi cuarto, una
vez allí Riyuko me llamó y subió, quería hablar conmigo.
-
Joel, tú quieres a mi hermana, ¿verdad?
-
¿Qué? ¿Pero qué tonterías estas diciendo? Si nos
hemos conocido hace muy poco no he podido enamorarme en tan poc…
-
¡No me mientas! Puedo ver las mentiras en tus
ojos.
-
¿De qué estás hablando? Si yo ya no…
-
Los tengo aquí, Joel. En el frasco… Conservados…
Te contaré un secreto, puedo devolverte la vista cuando quiera y no estarás en
peligro de morir. Pero necesito saber más sobre ti, puedes ser un peligro para mí
y para mi hermana.
-
¿Qué? ¿Me has estado engañando todo este tiempo?
¿Es que no tienes suficiente de mí? ¿Qué más quieres saber?
-
¿Amas a mi hermana?
-
No le veo relevancia en este aspecto, ¿por qué
quieres saberlo?
-
Contesta. –dijo cortada y secamente.
-
Sí, la quiero.
-
En ese caso… No podrás recuperar tu vista.
-
¿Por qué?
-
No te llevarás a mi hermana, no la alejarás de mí.
-
¿Qué estás diciendo? ¿Por qué debería de
alejarla de ti?
-
No se hable más, disfruta de tus últimos días.
Antes de que pudiera mediar palabra sentí un pinchazo en el
hombro y un pañuelo sobre mi boca, supongo que perdí el conocimiento porque
cuando desperté no sabía dónde estaba. Estaba maniatado con las manos a la
espalda, en mi boca había un pañuelo por lo que no podía hablar. Se sentía un
suelo frío o duro, probablemente de piedra, al reincorporarme me golpeé la
cabeza con algo, parece que estaba en una especie de cavidad cerrada, las
pareces también estaban frías y duras, la parte superior era áspera, del tacto
de la madera. Intenté golpear desesperadamente la parte de la madera con la
cabeza, el lugar donde me encontraba era tan estrecho que no podía golpear con
los pies puesto que me encontraba en posición fetal. Presa del pánico seguí
golpeando el techo de aquel lugar, notaba un fuerte dolor en la cabeza, sentía
la sangre correr por mi frente hasta que desistí y decidí darme por vencido,
probablemente ese sería mi fin.
No sé cuánto tiempo permanecí vivo en aquel lugar, los
segundos eran horas, las horas años, mi cabeza estaba al borde de la locura,
solo quería morir, pero ya no tenía fuerzas para mover un solo dedo. Pude notar
por última vez como alguien tocaba mi hombro, pero no estoy seguro de si fue
una alucinación fruto de la demencia… Pero justo después alguien me quitó el
pañuelo de la boca y me dio agua, después me limpió la frente, puesto que la
sangre ya estaba seca, y me quitó las cuerdas que me ataban las muñecas. Estaba
fuera de ese horrendo lugar, alguien me había sacado, pero estaba demasiado débil
como para pronunciar palabra y poco después me desmayé.
Cuando desperté, sentí un fuerte dolor en… ¿mis ojos?
Continuará…
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